19/12/14

De la casa romana a la casa Islámica. Una entrada en colaboración.



En colaboración con nuestra compañera Laura Rodríguez, que realiza el blog sobre el Museo de las Claras, veremos algunas de las principales diferencias y similitudes entre la vivienda romana y la vivienda islámica. La Casa de la Fortuna y el Museo de las Claras recogen los restos de los lugares donde se desarrolló la historia de una manera distinta a como se hace hoy en día, aunque algunos aspectos no difieren tanto en la actualidad.

Encontramos que, en la casa islámica, el espacio central está constituido por el patio, un espacio alrededor del cual se encuentran el resto de habitaciones y que como vemos es muy similar al atrio o al pórtico de las domus romanas que sirven de espacio central. Sin embargo una de las principales diferencias que podemos encontrar respecto al mundo romano es que la casa islámica será un lugar con un carácter mucho más privado que el de las domus romanas, donde existía un área más privada y otra pública donde diariamente acudían a realizar alguna petición al pater familias, como era el tablinum. 


Domus romana
Fuente: http://donbosco.scuolaer.it
Al patio, en ambos casos, abrirían el resto de habitaciones de la casa, encontrando una gran diferencia entre el resto de espacios de una domus romana y de una casa islámica. En ambas casas existían una serie de dependencias comunes, tales como las cubicula en el caso romano y las alcobas en el caso islámico, la cocina, salones, letrinas o zonas de aseo, etc. Sin embargo, mientras que en una casa romana podemos saber por la decoración, el tamaño o la situación dentro del conjunto y los restos materiales que encontramos en el interior de las salas de que espacio se trata, en la casa islámica no es tan sencillo, ya que en estas solo podemos recurrir a los restos materiales que tienen asociados, dado que las distintas salas de la casa podían servir para distintas actividades durante su existencia, tales como comer, cocinar y dormir.


Casa islámica
Fuente: https://alenar.wordpress.com
No obstante, también podemos encontrar, en el caso de las casas islámicas, viviendas de distintos tamaños y formas de organizarse, con una o varias habitaciones o de uno o dos pisos, con una gran decoración de yeserías o incluso pinturas, como el caso de las casas de Siyasa,  o las casas más humildes, lo que nos muestra que al igual que en el mundo romano, cada familia y cada casa son un mundo. 

Una expresión que nos ayuda a comprender la complejidad que puede tener una casa islámica es la frase “hacer la cama”, una expresión que viene de época medieval y que hace referencia al hecho de que los musulmanes cada noche antes de acostarse y cada día, al levantarse hacían y deshacían la estructura donde dormían, ya que mientras no dormían utilizaban la habitación para otras actividades.

Este tipo de hechos son los que nos demuestran que la historia está viva, que hay un pedazo de historia en nuestro día a día, en donde vivimos, en lo que decimos o lo que hacemos, porque esto no es más que la evolución o la herencia de una tradición que viene del pasado y que muchas veces, precisamente por esto, vemos más lejos de lo que realmente esta.

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