22/1/15

De Cartago a Roma: modelos de vivienda en Carthago Nova


Siguiendo con el  modelo de entradas en colaboración, hoy traemos una pequeña comparativa entre la vivienda romana y la vivienda púnica con ayuda de nuestro compañero Benjamín Cutillas que trabajo el blog sobre la Muralla Púnica de Cartagena.

Como hemos podido ver, la casa romana, y en concreto las casas romanas de Carthago Nova, se caracterizan por disponer todas sus salas en torno a un atrio o un peristilo que conecta todas las habitaciones de la vivienda, que como sucede en la Casa de la Fortuna puede no estar a cielo abierto ni poseer un compluvium o un impluvium o como en el caso de la Domus de Salvius si contar con ello.


No obstante en lo referente a la arquitectura doméstica púnica nos enfrentamos a un aspecto poco conocido en la Península Ibérica. Los vestigios de viviendas púnicas en Carthago Nova constituyen uno de los mejores ejemplos, pudiéndose apreciar muy bien el nivel de destrucción que corresponde probablemente a la conquista de Escipión y la toma de la ciudad por Roma.


Casas del Barrio de Aníbal, Cartago.
Foto: C. Wagner
A diferencia de la vivienda romana, que  como vimos ha de edificarse siguiendo unos parámetros espaciales precisos, los espacios de habitación de carácter doméstico de la ciudad de Cartagena se encuentran aterrazados y se adecuan a la difícil topografía de la ciudad con los distintos montes. Los mejores espacios conocidos son los emplazados en la ladera meridional del Monte Sacro, donde encontramos viviendas de época bárquida definidas por seguir patrones púnicos norteafricanos y que encontramos en algunas colonias púnicas de los siglos IV y III a.C. 

Estas se caracterizan por estar realizadas con adobe o mampostería, contar con dos plantas y cubiertas por terrazas planas revestidas por mortero hidráulico, patrones que se heredan del mundo fenicio. A las viviendas se podría acceder por  los dos niveles, bien por la calle inferior a la planta baja, o la superior por la primera planta, siguiendo el modelo de calles aterrazadas. 


Ensamblaje de los elementos de un tejado
según Daremberg-Saglio.
Es aquí donde encontramos la mayor diferencia con respeto a la vivienda de tipo romano, cuya cubierta no se plantea en forma de terrazas sino que se dispone en vertientes de ligera inclinación a dos o cuatro aguas, estando recubiertas tégulas e ímbrices, las tejas que se empleaban para la conducción del agua de lluvia al exterior o a un compluvium.

Junto a estos aspectos, podemos señalar uno más que los últimos trabajos del año 2014 en la plaza de la Merced de Cartagena sacaron a la luz: los restos de una nueva vivienda de la época cartaginesa caracterizada por un gran espacio de almacenamiento destruido, un tipo de espacio que tampoco se aprecia en viviendas como la Casa de la Fortuna.


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