La decoración escultórica dentro
de las casas y jardines de ciudades como Carthago Nova constituye un elemento
bastante común especialmente a partir de época imperial y con la llegada de los
nuevos cánones urbanísticos impulsados por Augusto, apareciendo esculturas de
mediano y pequeño tamaño para la decoración de atrios, jardines y peristilos.
Casa del Fauno en Pompeya |
El tipo de esculturas de época
altoimperial se caracteriza por tener una función preeminentemente ornamental y
en ocasiones con un uso utilitario, como las empleadas para decorar fuentes y a
través de las que surgía el agua. Algunos de los ejemplos escultóricos que
decoraban las viviendas más adineradas eran las hermae con evocaciones a
personajes báquicos, estatuas de ninfas, musas o esculturas de amorcillos,
pudiendo encontrar algunos de los mejores ejemplos en Pompeya o Herculano,
cuyos restos sepultados no se han visto afectados por el paso del tiempo del
mismo modo que en Cartagena.
La representación de estos tipos
escultóricos estaba destinada a crear un ambiente de reposo y tranquilidad que
invitara a la conversación y al disfrute. Algunos ejemplos los encontramos en
la propia Cartagena con el caso de dos estatuillas de musas recuperadas en la
ladera del Monte de San José de dimensiones similares y que probablemente irían
juntas decorando una fuente, ninfeo o
peristilo.
Oscillum de Atenas
|
Junto a estas representaciones
fue también frecuente el empleo de oscillae que colgaban de los intercolumnios
o en los pórticos, de formas circulares, ovaladas o cuadrangulares y con
decoraciones en relieve ligadas también al ciclo báquico, variando su calidad y
tamaño según las posibilidades económicas y espaciales del dueño de la casa.
En las viviendas muchas de las
esculturas decorativas fueron además integrantes del mobiliario doméstico, como
el caso de pequeñas estatuillas de cariátides encontradas en Cartagena,
ejerciendo la función de soporte de algún tipo de mueble.
Herma de la Calle San Cristóbal la Larga |
En el caso de las hermae, eran aplicadas
como complementos ornamentales del mobiliario de la casa, pero también se
empleaban especialmente las hermae bifrontes para la decoración de jardines colocándose
como remate de pequeños pilares exentos. Uno de los mejores ejemplos, encontrado
en la calle San Cristóbal la Larga, se encuentra expuesto en el interior de la
Casa de la Fortuna.
Todo estos tipos, representados
en distintos tamaños y respondiendo a estilos muy variados como consecuencia de
la influencia decorativa de las distintas zonas del imperio y del momento de su
creación, constituyen junto con elementos zoomorfos y otras representaciones
algunos de los más usuales dentro de la decoración de domus y villas.
Para más información podéis
consultar: RUÍZ VALDERAS, E. (coord.), La casa
romana en Carthago Nova. Murcia,
2001.
No hay comentarios:
Publicar un comentario