20/1/15

La escultura en la casa romana

La decoración escultórica dentro de las casas y jardines de ciudades como Carthago Nova constituye un elemento bastante común especialmente a partir de época imperial y con la llegada de los nuevos cánones urbanísticos impulsados por Augusto, apareciendo esculturas de mediano y pequeño tamaño para la decoración de atrios, jardines y peristilos.

Casa del Fauno en Pompeya
El tipo de esculturas de época altoimperial se caracteriza por tener una función preeminentemente ornamental y en ocasiones con un uso utilitario, como las empleadas para decorar fuentes y a través de las que surgía el agua. Algunos de los ejemplos escultóricos que decoraban las viviendas más adineradas eran las hermae con evocaciones a personajes báquicos, estatuas de ninfas, musas o esculturas de amorcillos, pudiendo encontrar algunos de los mejores ejemplos en Pompeya o Herculano, cuyos restos sepultados no se han visto afectados por el paso del tiempo del mismo modo que en Cartagena.

La representación de estos tipos escultóricos estaba destinada a crear un ambiente de reposo y tranquilidad que invitara a la conversación y al disfrute. Algunos ejemplos los encontramos en la propia Cartagena con el caso de dos estatuillas de musas recuperadas en la ladera del Monte de San José de dimensiones similares y que probablemente irían juntas  decorando una fuente, ninfeo o peristilo.

Oscillum de Atenas
Junto a estas representaciones fue también frecuente el empleo de oscillae que colgaban de los intercolumnios o en los pórticos, de formas circulares, ovaladas o cuadrangulares y con decoraciones en relieve ligadas también al ciclo báquico, variando su calidad y tamaño según las posibilidades económicas y espaciales del dueño de la casa.

En las viviendas muchas de las esculturas decorativas fueron además integrantes del mobiliario doméstico, como el caso de pequeñas estatuillas de cariátides encontradas en Cartagena, ejerciendo la función de soporte de algún tipo de mueble. 

Herma de la Calle San Cristóbal la Larga
En el caso de las hermae, eran aplicadas como complementos ornamentales del mobiliario de la casa, pero también se empleaban especialmente las hermae bifrontes para la decoración de jardines colocándose como remate de pequeños pilares exentos. Uno de los mejores ejemplos, encontrado en la calle San Cristóbal la Larga, se encuentra expuesto en el interior de la Casa de la Fortuna.

Todo estos tipos, representados en distintos tamaños y respondiendo a estilos muy variados como consecuencia de la influencia decorativa de las distintas zonas del imperio y del momento de su creación, constituyen junto con elementos zoomorfos y otras representaciones algunos de los más usuales dentro de la decoración de domus y villas.

Para más información podéis consultar: RUÍZ VALDERAS, E. (coord.), La casa romana en Carthago Nova.  Murcia, 2001.

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