La Casa de la Fortuna y su forma
Si hace poco veíamos cuales eran
las características generales de una casa romana, hoy vamos a entrar de lleno
con el caso de la Casa de la Fortuna para poder ver cómo está estructurada esta
casa, en qué medida responde al modelo de casa romana y que podemos encontrar
en su interior.
Fuente: www.esturismo.eu |
Se trata de una casa de época del
emperador Augusto, datada en el s. I d.C., cuya construcción habría empezado a
finales del s. I a.C. y que sufrió una serie de remodelaciones a lo largo de su
vida y hasta su abandono en el s. II d.C.
En la primera fase la vivienda
estaría formada por una entrada en el lado este que daría a un amplio atrio
ricamente decorado, la sala más grande de la casa, alrededor del cual estarían
articuladas una serie de estancias: por su lado norte quedaría situado un
triclinium de planta rectangular al que se accedería a través del atrio,
mientras que en el lado sur se hallarían dos cubicula de menor tamaño pero
también decoradas. Por el lado occidental del atrio se accedería hacia el
frente a una exedra, por el lado noroeste al tablinum y un pequeño espacio que
se ha interpretado como un lugar de culto y por el lado suroeste a un ala que
daría paso a un área de servicio.
Entre mediados y finales del s. I
d.C. tendría lugar la primera remodelación de la casa, en la que varias
habitaciones sufrieron grandes cambios, la mayoría producidos en la zona de la
exedra y en el ala. En la primera se abrió un nuevo acceso a la calle en la
parte noroccidental y se dividió la sala en dos espacios, uno un pasillo o fauces
con las paredes decoradas que conectaba la entrada con el atrio y otro una
pequeña habitación. En el caso del ala, se cerró la comunicación con el área de
servicio y también se colocó un muro para cerrarla al atrio, convirtiéndola en
un cubiculum.
En su fase final, en la primera
mitad del s. II d.C., sufriría una segunda remodelación en la se verían
afectadas casi todas las estancias, empleandose en muchas de las estancias materiales de baja calidad para las reformas. En esta fase
quedarían desvinculadas de la casa las cubicula central y occidental, además del espacio que ya se estableció independiente en la fase anterior, mientras que el resto
de la casa cambiaría de un uso residencial
a uno artesano-residencial con estructuras de pequeño tamaño que evidencian
su decadencia.
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