29/12/14

Sumergiéndonos en la Historia III

Las pinturas de la casa de la fortuna

Uno de los aspectos que más llama la atención de cualquier casa romana es sin duda la decoración de sus paredes y techos, sus pinturas, mosaicos, esculturas, etc., que suponen un elemento de gran importancia a la hora de identificar las estancias más nobles de la casa o la cronología de un espacio determinado y que son además reclamo para turistas e interesados en el mundo romano. La Casa de la Fortuna constituye también un ejemplo para el conocimiento de este aspecto, destacando el famoso cisne que ha sido empleado como emblema en la musealización del yacimiento y también en este blog.

Fue durante las intervenciones llevadas a cabo en 1999 cuando se sacó a la luz la mayor parte de los restos pictóricos, de gran riqueza, que cubrían las estancias de la domus, siendo especialmente importantes los encontrados en el pasillo y en el tablinum, que se han podido restituir en parte debido a que algunos fragmentos han facilitado la interpretación de lo que sería la decoración original.

A partir de estos hallazgos, la profesora Alicia Fernández realizó una restitución de lo que sería el aspecto de las salas decoradas, determinando que el pasillo estaría decorado mediante una franja blanca moteada a modo de rodapié, el zócalo en color ocre compartimentado mediante bandas negras que formarían rectángulos, la parte superior a este formada por un moteado de manchas rojas y a continuación una zona compuesta por paneles blancos encuadrados por bandas rojas.

Fragmento de la restitución hipotética del Tablinum
Un esquema similar mostraría el tablinum, con una zona inferior compuesta  por paneles negros en forma de rectángulos separados por bandas amarillas, una zona intermedia formada por paneles rojos separados por interpaneles negros, en los que se encontraría la decoración figurada, rematado mediante cornisas en estuco y una zona superior blanca, mismo color que tendría el techo.

Esta decoración figurada estaría formada por gran variedad de candelabros, encontrando unos vegetales que surgen de una vasija, unos candelabros en forma de 8 y finalmente unos metálicos con brazos semejantes a cornucopias sobre las que reposarían unos elementos definidos como sombrillas en color azul. En este último tipo aparecerían también representadas distintas aves, un elemento decorativo constante en el mundo romane, entre las que estaría el cisne que ya hemos nombrado, con las alas abiertas y de frente, y también dos sátiros suspendidos en el aire.

El cisne, representado entre dos cuernos enfrentados, sería también una representación recurrente en el mundo romano a partir de su aparición entre la vegetación del Ara Pacis.

No sería la única decoración existente, ya que también se ha podido documentar para el caso del triclinium la existencia de zócalos con imitación pictórica de mármol, un recurso muy utilizado en época romana, seguido de elementos de naturaleza muerta en la parte central y decoración en el techo mediante guirnaldas y plumas de pavo real, muy comunes en este tipo de salas. Estas guirnaldas llevarían posiblemente en su interior distintas retratos, como un retrato masculino que se ha conservado, un tipo de decoración bastante raro en el mundo romano y del que existen ejemplos en Pompeya.

Toda esta decoración no sería más que una pequeña parte del conjunto que adornaría la domus y que supone una muestra de la riqueza ornamental del mundo romano.

Para más información podéis consultar: RUÍZ VALDERAS, E. (coord.), La casa romana en Carthago Nova.  Murcia, 2001.

(Las imágenes han sido extraídas del citado libro)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me gusta

Translate